miércoles, 23 de abril de 2008

Llamada noctura - continuación...

"Nada es tan util como el silencio"
Μένανδρος (Menander)


Aunque esperaba poder publicar la continuación de la historia un poco antes, un pequeño contratiempo llamado Super Smash Brothers golpeo mi casa, y como muchos podrán imaginar fui arrastrado irremediablemente al vicio xD.

Si no lo han jugado, se los voy a recomendar mucho.

¡Advertencia! Juego altamente adictivo.

Por otro lado, aquí va el estelar de este post. La siguiente parte de Llamada nocturna, en una revisión mas o menos legible.


Continuación...


Se sentó en la cama aun con los ojos medio cerrados y contemplando el paisaje nocturno tras los resplandecientes numero que proyectaba el reloj holográfico. Pasándose la mano por la cabeza ordenó con voz apagada que la iluminación del departamento estuviera al treinta y cinco por ciento. Y se dirigió al rincón de la habitación donde parpadeaba la pequeña luz roja. Jalo un silla y colocando una mano sobre la mesa el pequeño punto rojo se transformo en una imagen completa en un monitor de pared. Deslizo sus manos sobre el panel y desplegó en pantalla el mensaje que acababa de recibir.

El remitente correspondía a la división de homicidios. Esto hizo que una sensación de repugnancia, una mezcla entre escalofrío y acidez nauseabunda, recorriera su pecho hasta la garganta. No era usual que tratara con ellos directamente, y mucho menos tratándose de ir a la escena de un crimen. Mientras intentaba imaginarse las posibilidades sus ojos se pasearon por el contenido del mensaje escrito con el típico tono parco característico de ese departamento.

El domicilio es 126 de la calle 8, sector D, zona poniente de la ciudadela.
Anexo un mapa y tu pase de acceso.
No tardes.

No había más información. Con un ágil movimiento de dedos desplegó el mapa en la pantalla y en algunos segundos la computadora le mostró cual seria la mejor ruta para llegar a su destino. Eran las dos de la mañana, así que el trafico debería ser lo suficientemente ligero como para llegar hasta allá en algo más de media hora. Hizo una serie de movimientos mas con sus manos y un plano del departamento se dibujo en el monitor. Con algunos movimientos mas acciono la cafetera, y al otro lado de la habitación pudo escuchar un largo bip que le anunciaba que estaba lista la temperatura de la regadera. Dejó escapar un largo bostezo, copio los datos del mensaje a su computadora de bolsillo y escribió un breve mensaje para el guardia del estacionamiento, pidiendole amablemente que tuviera listo su automóvil cuando ella bajara.

Otro largo bip volvió a recordarle que el baño estaba listo para recibirla. Intento apartar la idea del homicidio con un suspiro, y pudo sentir como el cansancio caía por su espalda como una pesada capa. Se estiro sin sentirse mejor. Finalmente, se levanto para meterse al baño. Se quito la blusa y las pataletas que usaba como pijama, y dejo que el agua caliente le relajara un poco.

Podría haberse quedado dormida bajo el chorro de agua, pero a su mente volvió el mensaje que había llegado coronado por el remitente de la sección de homicidios. No era común trabajar con ellos, no porque no necesitasen de sus servicios, si no porque había descubierto que no tenia el estomago para trabajar entre los muertos. Si era necesario su apoyo, lo que ella recibía eran fotografías que por lo regular resultaban menos impactantes. Y si era posible simplemente recibía la información que necesitaba para trabajar. Aun así no había dejado de asistir a las escenas del crimen, pero solamente cuando parecía que la misma escena era parte del acertijo en cuestión. De cualquier manera una buena parte de los casos que debía atender aun no involucraban cadáveres a la mitad de la noche. Si alguien le hubiera preguntado si odiaba su trabajo, ella le hubiese mirado directamente, y con toda franqueza respondería: “Solo en noches como esta”.

Apagó la regadera y tomó la toalla. Se secó el rostro y se negó a volver a abrir los ojos mientras deslizaba la toalla por el resto de su cuerpo. Se sentía muy cansada, pero el baño ayudo a relajar su cuerpo y darle un poco de energía. Al salir de la regadera tendió la toalla en el suelo y caminó sobre ella para evitar el frío del piso mientras maniobraba en el baño. En su condición no le importaba mucho su apariencia, peino su cabello en una cola de caballo y salio del baño pensando que podría encontrar para vestir cómodamente a esas horas.

El traje que había usado durante el día estaba tirado en el suelo, pero eso no le pareció ideal, especialmente considerando el frío que debería de estar haciendo en el exterior. Optó por hurgar el pequeño guardarropa que había sido diseñado para aparentar ser parte de la pared de la habitación. De un cajón extrajo un juego de ropa interior que vistió mientras examinaba la ropa colgada. Eligió unos jeans y una blusa de algodón suave; termino con una sudadera que le cubría hasta las caderas y un par de tenis que apenas había tenido oportunidad de usar.

Los números dibujados entre estrellas sobre su mesita de noche marcaban las 3:06. Necesitaba un café o caería dormida a mitad del camino. Salió de la habitación hacia la pequeña cocina, el café debía de estar listo; y ahora la curiosidad comenzaba a jugar su papel como el elemento que la impulsaba a seguir despierta y continuar andando. La pregunta ahora era: ¿que podía ser tan importante para mandarla llamar a esas horas? Los terroristas no dejaban notas de advertencia después de asesinar a un político u oficial importante, lo que pudiera resultar de un incidente así podría esperar, ademas había un par de muchachos del la oficina que habían aprendido algunos trucos de ella, y para esas alturas podrían arreglárselas sin ella. ¿Que pudo haber ocurrido? El café estaba listó. Tomó el termo del día anterior, que había dejado a un lado de la cafetera hace unas cuantas horas, y lo llenó.

Mientras abandonaba su departamento la posibilidad de un ataque terrorista se disipaba como el vapor que salía del termo con café que llevaba en la mano izquierda. Esto hizo que su imaginación echara a andar mientras bajaba en el elevador hasta el estacionamiento. Mientras el calor del café llenaba sus manos volvió a sentir como el cansancio le pesaba sobre los hombros como si cada piso que bajara le agregara peso a su carga.

Un saludo a todos, y gracias!

1 comentario:

Sora Shirou dijo...

Massu! cielo!! te extraño muxoo T_T tengo muxo sin saber de ti!!

sin embargo spero hablar contigo pronto! tengo muxas cosas ke contarte!!

por otra parte! tu proyecto.. va muy bien! estoy analizándolo a mi manera para decirte de manera objetiva lo que opino de el, pero hasta ahorita me ha agradado muxo!(大好き)!

que bueno que ya tienes su "titulo" je!

spero verte pronto corazón! ke me haces falta :P

Te extrañu muxio!! =* Nos vemus!! bye ni ^-^!