sábado, 19 de abril de 2008

Luces y sombras de una noche lluviosa.

"... pero tiene el miedo muchos ojos, y ve las cosas debajo
de tierra, cuanto más encima en el cielo..."
Miguel de Cervantes (Don Quijote de la Mancha).



En una noche lloviosa y sin luna una sombra se desplaza por las calles de una de las ciudades mas grandes del mundo. La gente se refugia de la terrible lluvia ácida en los subterráneos, y en los corredores de los distritos comerciales. Redes de túneles abarrotados de personas se extienden por kilometros, adornados con letreros luminosos y anuncios holográficos en idiomas de todo el mundo, son parte del folclor de una ciudad que nunca duerme.

Esta en completa solitud el camino se extiende sin un rumbo definido. Vaga sin hacer ruido por las calles vacías de aquella gran metrópoli sin saber a donde ir. Un susurro se percibe en la lejanía. ¿Donde? No es posible saberlo, pero llama y cala entre los huesos como una cadena de hielo que tira de las entrañas.

Los reflejos en la lluvia se convierten en espíritus fugaces que se desvanecen tan pronto se les deja atrás. El agua continua cayendo y no da muestras de querer aminorar el paso. La visibilidad se hace difícil. Los susurros cesan y se convierten en un largo suspiro mientras la lluvia hace una pausa y deja ver el lugar.

Continúa -> (Pagina del proyecto)

Hace algunos días dí comienzo a un nuevo proyecto. Aunque como es costumbre, el nombre es lo mas difícil de determinar eso no detiene al impulso creativo que continua sacando un montón de cosas del baúl de la imaginación y las plasma con letras en el papel (o medio digital en este caso xP).

Aquí les presento el inicio de mi nuevo proyecto, nombrado por el momento como "Criptografía de las sombras". Espero lo disfruten tanto como yo lo he disfrutado.


I. Llamada nocturna.



El teléfono sonó en medio de la oscuridad. Una ves, otra ves, otra mas. «Desiste» le dijo desde sus adentros, «Puede esperar hasta mañana». Pero ante la insistencia del nefasto aparato no encontró más alternativa que tomar la llamada.

“Diga.” Digo con vos casi inaudible, entre el sueño y la garganta seca no la dejaban articular palabra alguna.

“¿Laura? ¿Estas despierta?”

Una voz familiar, su retrato se dibujo en la mente y viendo ese rostro inexpresivo con facciones que parecían talladas de la roca y se lamento para sus adentros pues sabia lo que significaba aquella vos a esas horas de la noche.

“Si.” Hubiera agregado algo mas, pero no tenia el humor ni la energía para usar su corrosivo humor característico.

“OK, Quería saber si puedes venir?”

Sabia lo que eso significaba, y hubiera querido responder que no, pero sabia que solo preguntaba por cortesía.

“Que ocurre?”

“Lo siento pero no puedo darte detalles en este momento. Necesitamos que vengas, aquí te daré los detalles.”

Su vos sonaba tan monótona e inexpresiva como siempre. Era difícil saber que estaba pasando por el simple hecho de que no ponía mas énfasis en una situación de importancia que en una que no lo tenia. Permaneció en silencio un momento mientras hizo un esfuerzo por alcanzar el switch del reloj holográfico de la mesita de noche.

“Te estoy enviando los datos del domicilio en el que te necesito.” Dijo la voz nuevamente. Eso no era lo mas agradable de la noticia.

“A donde quieres que valla?” Pregunto medio esperando que le dijera que lo olvidara, y que se verían en la jefatura.

“Se trata de la casa del secretario de comercio.”

“¿En la zona azul?”

“Si.”

“Esta bien, llegare allá en un rato.”

“Enterado. Estaremos esperándote.”

Colgando el teléfono hundió el rostro en la almohada y dejo sentir el cansancio que recorría cada fibra de su cuerpo. Había estado trabajando incansablemente en el reporte que debía de entregar al comité para que se le asignara el presupuesto que le permitiría continuar con su investigación al mismo tiempo que le permitiría conservar su ventajosa posición en el laboratorio del departamento de investigaciones de la policía.

Podía sentir el cuerpo pesado por el agotamiento. Estuvo a punto de volver a quedar dormida cuando un peculiar beep de alerta acompañado por una discreta luz roja al otro extremo de su habitación le recordaron que no había sido un sueño, y que debía levantarse para atender a la llamada de Ivan Schepanski.

No era usual que le llamaran de aquella forma, y mucho menos para acudir a un lugar en especifico. Sabía que el instinto de Schepanski era confiable, y no la mandaría llamar salvo que fuera muy necesario que ella viera algo. Algo en el lugar que encerraba detalles que una fotografía jamas lograría capturar. No era la primera vez que debía asistir a una escena del crimen, pero había descubierto que no era lo mismo estar presente en el lugar de un asesinato a verlo en video o fotografías. El hecho de estar allí cambiaba mucho las cosas. Recordó el ambiente sombrío que se percibe al llegar. Rodea la zona como un aura trágica sirve de preparación para lo que podría llegar a encontrar. La gente que entra y sale como hormigas alrededor de un hormiguero. A medida que uno se aproxima se puede percibir la pestilente combinación de café, tabaco, sudor y muerte, que se mezclan con los aromas del lugar. Caras serias y la tensión siempre presente que suele verse incrementada ante la presencia de algún testigo o familiar. De vez en cuando, solía preguntarse que era necesitaban dejar en casa las personas que trabajaban allí, y que pese a todo lograban mantener la compostura.

«¿Pero que te hace pensar en un asesinato?» se preguntó a si misma tratando de ser un poco optimista. Pero hablando de un político, y dentro de la zona azul, sus expectativas no le daban mucho espacio para esperar algo mejor. Se había ganado su reputación como especialista en criptografía al ayudar a desentrañar los acertijos que ayudaron a atrapar un grupo de terroristas psicópatas que clamaban ser portavoces de justicia divina.

Por aquellos días era una joven estudiante que había comenzado a trabajar en el departamento de sistemas de la policía colaborando en un proyecto en el área de informática. En una tarde de ocio encontró el acceso a la base de datos donde se almacenaba la información de las investigaciones del departamento y, de particular interés, los informes referentes a los atentados.

Tras algunos días quebrándose la cabeza, encontró que las declaraciones de dicho grupo hacían mucho mas sentido del que el ministerio de defensa había sido capas de vislumbrar. Su labor fue ignorada por el departamento de policía y, obedeciendo a las reglas de la ironía, la reprendieron severamente por su intromisión. Sin embargo, un viejo detective puso un ojo sobre las incursiones que la muchacha había realizado a la base de datos. Un sujeto solitario que en realidad parecía mas un personaje de una vieja novela de misterio que un policía a finales del siglo XXI. Ivan Schepanski trabajaba en la división de homicidios. La investigación de aquellos eventos había salido de sus manos cuando se le consideró un problema de seguridad nacional. Sin embargo su instinto le decía que la muchacha tenia algo que los demás no.

Con el tiempo las cosas fueron cambiando. Ivan se dio a la tarea de hacer notar los talentos de Laura. Algunos meses después se le asignó un lugar dentro de los laboratorios de la policía local. Y después de graduarse comenzó a trabajar en varios proyectos para el gobierno. No había mucha gente que comprendiera su trabajo, del mismo modo había muy poca gente que expresara algún interés por él; de no ser por los resultados obtenidos a través del tiempo, y principalmente sus aportaciones a las diversas investigaciones de la policía.


~ * ~


Esto es todo de momento. Iré publicando según escriba y medio corrija. Paciencia que sigo trabajando. Igualmente esta no es la versión definitiva, pero espero que estén al pendiente.

Saludos a todos y espero que se encuentren muy bien en todos los aspectos.

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